La franquicia de seguro es la parte del daño que, en caso de siniestro, el tomador del seguro asume con su propio patrimonio según lo pactado en el contrato. Mediante la franquicia el asegurado asume parte del coste si se produjera un siniestro, aunque, como contraprestación, tiene que pagar una prima menor.
Hay franquicias fijas, franquicias porcentuales y franquicias de días:
- Franquicias fijas: Consiste en una cantidad fija que el asegurado deberá pagar en caso de siniestro. Por ejemplo, en un seguro de auto con franquicia de 150 euros si el siniestro asciende a 400 euros, la aseguradora deberá pagar 250 euros.
- Franquicias porcentuales: Consiste en un porcentaje sobre el importe de los daños causados que el asegurado deberá pagar si se produce un siniestro. Además, suele establecerse un mínimo y un máximo.
- Franquicias de días: En el seguro de incapacidad temporal, por ejemplo, la franquicia determina el número de días de baja a partir del cual el asegurado comienza a cobrar la prestación. Si la franquicia es de tres días, recibiría la indemnización a partir de cuarto día, pero si eliminamos la franquicia, el asegurado tiene derecho a la indemnización desde el primer día de baja.